La aparición de una hipnótica estrella en el cielo nocturno no solamente fue la causa del iniciático viaje de Balthasar, un alto cargo militar del Reino de Saba en el siglo VI a. C., sino que representó el imprescindible catalizador para que la percepción sobre su particular devenir cambiase por completo.
Veinte años después, en el último tramo de su vida, ese punto violeta ha vuelto a hacerse visible en la noche del desierto y Balthasar sabe que debe regresar a Babilonia. Allí, en la época dorada de la emblemática ciudad, se reencontrará con sus dos compañeros para emprender una postrera aventura y, asimismo, tratar de contestar todas las preguntas que quedaron sin resolver en la primera empresa.
En el presente y en Vallecas, la joven Andrea busca su lugar en el mundo en un invierno que despliega en las madrugadas un improbable y cromático acontecimiento astronómico en el firmamento, causante además de una aurora boreal en una latitud impropia. Los conflictos con su padre, Antonio, y también con Iván, su violenta pareja, provocan que su frágil equilibrio esté a punto de estallar como una supernova.
En esos mismos días, una joven pareja de nigerianos en situación irregular, recientemente desahuciados por Antonio (el indolente y pragmático padre de Andrea), malviven en un destartalado solar del popular barrio madrileño mientras esperan el inminente nacimiento de su primer hijo.
El encuentro de los inmigrantes con Andrea y el viaje, físico e interior, de Balthasar con sus dos carismáticos acompañantes —Melchior, misteriosamente relacionado con el profeta Daniel, y Jaspar, un áspero magús zoroastriano nacido en Bactria— a través del tiempo y del espacio para completar el que debe ser su definitivo cometido existencial, convergen en un contexto urbanita amparado por una aurora espectral en el que los acontecimientos que se sucederán tendrán consecuencias irreversibles para todos sus protagonistas.