Leopoldo Seúl
Autor Encarna Palma GascóLeopoldo Seúl fue un niño abandonado a su suerte en...
Fecha de Publicación | 13/12/21 |
Peso | 1,60 MB |
Medidas | 150 x 210 x 16 |
Cantidad de Páginas | 238 |
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Leopoldo Seúl fue un niño abandonado a su suerte en un internado, desde el que llamaba a su madre sin tener respuesta. Su cruel vida hace que se sienta fuerte, a la vez que la rabia y la ira lo marcan para siempre por culpa del grupo de asesinos malvados que perjudicaron también a su padre.
Por su sencillez y honradez es querido por todos los que lo rodean. El amor de una mujer será su recompensa. La sed de venganza lo perseguirá hasta que pueda hacer justicia por su cuenta. La ley no existe, no hay razón para creer en ella.
Su familia está por encima de todo, y el respeto al gran hombre y amigo que lo salvó.
Por su sencillez y honradez es querido por todos los que lo rodean. El amor de una mujer será su recompensa. La sed de venganza lo perseguirá hasta que pueda hacer justicia por su cuenta. La ley no existe, no hay razón para creer en ella.
Su familia está por encima de todo, y el respeto al gran hombre y amigo que lo salvó.
Encarna Palma Gascó
Nací en el pueblo del Palmar, Murcia el día 6 de junio de 1957 en un hogar pobre. Mi deseo era estudiar Medicina. Pude sacar el título de Auxiliar de Enfermería, aunque no pude trabajar en esta materia. Aproveché asimismo para estudiar cursos relacionados con la Medicina, teniendo mis diplomas para mi satisfacción, aunque me habría gustado haber sido cirujana, pero por las circunstancias de mis padres no pudieron darme estudios. Trabajé en restaurantes y hoteles, pero siempre he tenido en mi pensamiento mi verdadera vocación, aunque sigo, cuando puedo, leyendo libros sobre las enfermedades del cuerpo humano.
Escribir, y la idea de seguir escribiendo, hace que me sienta más completa.
Nací en el pueblo del Palmar, Murcia el día 6 de junio de 1957 en un hogar pobre. Mi deseo era estudiar Medicina. Pude sacar el título de Auxiliar de Enfermería, aunque no pude trabajar en esta materia. Aproveché asimismo para estudiar cursos relacionados con la Medicina, teniendo mis diplomas para mi satisfacción, aunque me habría gustado haber sido cirujana, pero por las circunstancias de mis padres no pudieron darme estudios. Trabajé en restaurantes y hoteles, pero siempre he tenido en mi pensamiento mi verdadera vocación, aunque sigo, cuando puedo, leyendo libros sobre las enfermedades del cuerpo humano.
Escribir, y la idea de seguir escribiendo, hace que me sienta más completa.