Cantos de la desesperanza
Autor Patricia Crespo AlcaláUn individuo cualquiera se halla caminando dirección a ningún lado...
Fecha de Publicación | 06/03/20 |
Peso | 1,20 MB |
Medidas | 140 x 210 x 8 |
Cantidad de Páginas | 128 |
¿Desea comprar este Libro?
Un individuo cualquiera se halla caminando dirección a ningún lado, lo que le hace confluir con demás objetos activos o inertes de forma para nada causal y totalmente equívoca y/o aleatoria. Sin embargo, tanto esos entes caminantes como a su vez los estáticos son atacados impertinentemente por un hecho que define la visión de todos los estados de la persona: la luz. El individuo como un prisma cualquiera es atravesado por la realidad que la descomposición de colores define ante sus ojos. Una realidad ineludible que en ocasiones situará sus vivencias en la parte más oscura del prisma cuando deba hacer una mirada retrospectiva. La vida, esa locura tangente medida por las estaciones solares, puede llevar a largas noches de insomnio repasando errores y cantos de la desesperanza.
Raúl Hernández, www.nubepoetica.com
«No puedo por más que comenzar con una afirmación a modo de advertencia, a saber, este libro es peligroso. La poética lo es cuando confluyen en ella la verdad y la cuasi imposible beldad que nace del equilibrio entre fondo y forma. Sin duda, el tema es la Esperanza, pero no como una figura estática sino como un movimiento externo e interno. Así que, a Usted, lector y, por tanto, creador en su intimidad de una o varias de la infinitud de poesías que esta obra provoca le felicito el coraje para asumir el feliz encuentro con todos y cada uno de estos poemas que le conducirán al “sentire” más profundo de lo humano».
Álvaro Perdigón, prólogo a Cantos de la desesperanza.
Raúl Hernández, www.nubepoetica.com
«No puedo por más que comenzar con una afirmación a modo de advertencia, a saber, este libro es peligroso. La poética lo es cuando confluyen en ella la verdad y la cuasi imposible beldad que nace del equilibrio entre fondo y forma. Sin duda, el tema es la Esperanza, pero no como una figura estática sino como un movimiento externo e interno. Así que, a Usted, lector y, por tanto, creador en su intimidad de una o varias de la infinitud de poesías que esta obra provoca le felicito el coraje para asumir el feliz encuentro con todos y cada uno de estos poemas que le conducirán al “sentire” más profundo de lo humano».
Álvaro Perdigón, prólogo a Cantos de la desesperanza.
Patricia Crespo Alcalá