Parecía que aquel iba a ser un verano aburrido, uno más, en el pueblo de su padre. Pero, cuando menos se lo espera, Alina, una muchacha de catorce años que tiene la capacidad de escuchar las voces de los difuntos, se ve inmersa en un misterio que afecta al fallecimiento en extrañas circunstancias de la madre de uno de sus mejores amigos, Iago; la desaparición de su cuerpo; asombrosas muertes que se suceden en cadena, como la del sacerdote del pueblo, o mensajes de singulares voces que se reproducen en distintos espacios de esta población veraniega de interior.
Con la ayuda de sus amigos, Conchita, Hernando, el mismo Iago; y de su abuela, Francisca, conseguirán desentrañar algunas de las claves de las muertes que se han producido y se sorprenderán con la aparición de un personaje enigmático, del que nadie sabía su existencia y que dará sentido al rompecabezas irresoluble en que se han convertido todos esos acontecimientos. Una historia de amistad y aventura que marcará la vida de este grupo de jóvenes en un verano ciertamente especial, el mejor de todos.